martes, 21 de octubre de 2008

Vergüenza ajena

Ayer estuve en el Parque Central, en la conmemoración de la Revolución del 20 de octubre de 1944.

Me sentí muy rara porque, por primera vez, del Palacio Nacional cuelgan cuatro pancartas gigantes, poéticas y de izquierda: las imágenes de Juan José Arévalo, Jacobo Arbenz Guzmán y Oliverio Castañeda de León, acompañadas de un poema de Luis de Lión!!!!

Me hizo sentir extraña, pero no incómoda. Mas bien, impresionada porque sentí como si algo grande estuviera empezando.

A primeras horas de la noche, el Presidente de la República entregó reconocimientos a los pocos revolucionarios del 44 que quedan vivos: la orden de no sé qué y la medalla de no sé cuántos... Yo no le puse tanta atención a eso porque estaba conmovida al ver a aquellos héroes de pelo blanco, dando pequeños pasos sobre el escenario y a quienes tuvieron que llamar mas de una vez porque ya el oído no les funciona al cien por ciento...

Poco reflexioné acerca de las razones verdaderas por las que el actual Presidente está haciendo todo esto. Mas bien pensé que esta ceremonia se hizo justo a tiempo, antes de que estos ancianos mueran y que esa masa de guatemaltecos que estaba en el parque central los olvide.

Y de repente, me bloqueó la vista una manta que decía "¿Quién mató a Oliverio?", que ya había visto a espaldas del público. La portaban algunos integrantes de HIJOS*, MASA* y de la URNG*, quienes se ubicaron frente al escenario para abuchear al Presidente y gritarle "vendidos" a los ancianos revolucionarios.

Uno de los condecorados pidió por favor la palabra. Quería expresar su agradecimiento porque por fin alguien se había recordado de ellos. Pero los gritos y abucheos no se lo permitieron. Incluso llegué a escuchar que los muchachos gritaban "¡asesinos, asesinos!"; esos muchachos de mi generación cuyas inquietudes comparto.

Sentí mucha vergüenza ajena.

Entonces, empecé a sentirme incómoda. Quería salir corriendo. Olvidarme que soy de este país y taparme la cabeza con mi almohada.

Qué triste.

¿Cómo pretende mi generación que empecemos a cambiar si al menor atisbo de ello, responde con renuencia?

Yo no defiendo a ningún gobierno porque a mis 31 años, aún no me siento representada por ninguno de los que han pasado por esa silla. Pero, ¿cuándo hemos visto lo que vimos ayer en el Parque Central? La gente tan apropiada del tema, tan consciente y atenta; y si no lo estaba, se informaba ahí mismo de lo que sucedió, de lo que hace falta por resolver, de los errores que no debemos volver a cometer...

Conozco a la mitad de los que estaban ahí, interrumpiendo al anciano revolucionario. He compartido muchos espacios con ellos, muchas carcajadas, muchas esperanzas... pero ayer, tengo que confesarlo... ayer, me provocaron vergüenza ajena.

Y no es la primera vez.


* H.I.J.O.S (Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio
MASA (Movimiento estudiantil sancarlista que pretende recuperar la dignidad de esa organización universitaria)
URNG (Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Vergüenza, si pudo ser… pero fue mas preocupación saber realmente que tipo de personas son las que creen estar al frente de esos pseudo movimientos, yo he tenido la oportunidad (fortuna? Infortunio?) De compartir ciertas jornadas quizá no con la mitad, pero si con varios de ellos, y ayer me dí cuenta que siguen siendo los mismos los que parafrasean una frase que escucharon, que les comentaron, conozco la mitad de la mitad de los que estaba ayer, ninguno preparado, ninguno digno, ninguno capaz….
Y POR ESTO MORÍ fácil podría decir eso Oliverio y con toda razón
VERGÜENZA AJENA…. TRISTEZA PROPIA

Patricia Cortez dijo...

es dificil, wendy, los chavos de hijos han tenido una vida muy dificil, son huerfanos de una guerra absurda que ni siquiera entienden la razon por la que mataron a sus padres. vivieron en albergues, en colmenas de niños exiliados, hay mucho dolor wendy, un dolor que los viejos ya no recuerdan.
los hijos de los soldados, de alguna manera entienden, o ven a sus padres como héroes, es dificil cuando el lema de hijos es NO NOS RECONCILIAMOS. Yo no podría entenderlos, yo no soy huerfana y mi lucha es más cerebral, pero tu que eres joven intentalo, busquemos como reconciliar este país.

David Lepe dijo...

Estoy de acuerdo con el comentario de Patricia.
Ahora, yo se que tú has convivido mucho con estos jóvenes y los conoces bien. Te felicito por el valor de pensar y afrontar lo que sentiste ese día, sin importar se afecte tu relación con ellos.

Seletenango dijo...

Creo Wendy que es cierto lo que decís. Si nó dejamos que los primeros pasos de reconciliación se dén ya sea por rencor o por miedo a apoyar los gobiernos de turno nunca vamos a avanzar. De pequeñas cosas se construye el cambio.

Abril dijo...

Exacto de pequeñas cosas se construye el cambio. Ademas hay que empezar por la sanacion de las heridas, y eso fue un buen paso.

Miss Penny Lane dijo...

para mí ver las mantas también fue sumamente conmovedor... y pensé: qué buena onda que le voy a poder explicar a mi hermanita quiénes fueron estos grandes señores!!! ojalá mi generación hubiera tenido esa oportunidad.
Independientemente de las razones de este gobierno para hacer eso, creo que son pequeños pasos para cambiar el imaginario social. Y convertir a la revolución en parte de nuestra historia oficial. El estado no nos está haciendo ningún favor, ellos deben reconocer sus crímenes, y deben celebrar momentos como la revolución del 44. Esto es indiscutible!!

ahora, con el incidente horrible, también me llenó de pena y de rabia!! los de HIJOS son mis compas también, y he de reconocer que esta vez se equivocaron. Aunque hay que aclarar que no fueron ni todos los miembros, ni fue una acción impulsada como colectivo.
Ojalá los que se atrevieron a gritar lleguen a los 80 años siendo igualmente éticos y rectos como la gente a la que se le reconoció su labor...

saludos Wendolyna, q bonito tu blog no lo había vido.....