martes, 28 de octubre de 2008

(vii)

El celular no suena como antes.

Mi correo electrónico es sólo una colección de cortas presencias.

En la casa, mi voz hace eco en las telarañas de las ventanas.

Las nuevas cortinas ya no tienen mucho sentido
ni tampoco los colores que quería que empaparan las paredes.

Por ahora, sólo hay lugar para personajes ficticios
de esos que salen de la caja electrónica
que puse sobre la mesa coja.

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://mipoesiapersonal.blogspot.com/2008/11/ausencia-y-presencia.html