jueves, 25 de diciembre de 2008

Salados suspiros

Cuando era niña y me pasaba un fin de semana en la playa, traía arena del mar por todo mi cuerpo. Me pasaba el día entero en el agua.

Entraba a la ciudad cansada y contenta. No me interesaba nada más que meterme a la cama.

Al empezar a quedarme dormida, me regresaba la sensación de las olas... ese vaivén me sumía en sueños profundos.

Ahora, a mis 31 años, me sorprendo de regresar solamente un poco más morena que el día anterior y bastante lúcida.

Ya no traigo arena en mis chancletas, ni en mi traje de baño, mucho menos en mi maleta.

Lo que me dejan estos paseos son purititos suspiros.

I dig my toes into the sand
The ocean looks like a thousand diamonds
Strewn across a blue blanket
I lean against the wind
Pretend that I am weightless
And in this moment I am happy...happy

3 comentarios:

el VERDE !!! dijo...

las últimas palabras me gustaron mucho amibita... Bsos, te veo prontito.

Allan Martínez dijo...

Qué bonito... Mi linda tan preciosa... Qué bonito tener esos recuerdos wendolyn. Te veo niña y me llegás.

Seletenango dijo...

ala, a mí me pasaba lo miiiiiismoooooo!, quedaba sensación de oleaje en uno! como si siguiera en el agua, que será que ahora no?