domingo, 22 de febrero de 2009

Ciudad de ciegos

Hace algunos días terminé de leer "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramago.

Me cayó justo en un buen momento en mi vida. Me ayudó a confirmar algunos pensamientos que ya me andaban rondando. Ahora no me siento tan ingenua.

Últimamente me asusta la rabia que invade a la gente de Guatemala. Me horroriza que le deseemos el mal a las personas que nos hacen daño.

Si nos asaltan, nos golpean, nos maltratan psicológicamente o nos matan a algún ser querido, lo más probable es que le deseemos la muerte a los culpables. Y si no la muerte, pues que todo les salga mal y que se queden tan solos, que sus recuerdos y arrepentimientos los torturen diariamente.

Pero, a mí me cuesta hacerlo. Sinceramente, si alguien me hizo daño, no le puedo desear el mal. Mi corazón no puede sentir eso.

Estoy muy segura de que la vida sabrá cobrarle a esa persona todo el sufrimiento que causó. Y el sólo hecho de pensar en esto, me hace sentir triste: que tengamos que pagar por aquello que no reflexionamos antes de hacerlo.

El libro de Saramago me hizo pensar que no soy la única que siente todo esto. Que no soy tan ingenua, al pensar que nadie se merece ninguna tragedia, ninguna desgracia.

Pero también es cierto que, a veces, un rato de ceguera te ayuda a caer en la cuenta y a cambiar de actitud.

Aquella persona que es fiel a sus principios y que procura lo más que puede, evitar la violencia y los pensamientos negativos hacia los demás, sobrevive con los ojos más abiertos que de costumbre; se niega a perder las esperanzas y resiste, con la vista clara y lúcida en esta ciudad de ciegos.


5 comentarios:

el VERDE !!! dijo...

tu última párrafo es un buen resumen del libro, o mejor dicho una excelente conclusión.

thisisnotabloggerblog3 dijo...

A mí me pasa lo mismo. Hoy al leer una nota de linchamiento en AlDía (obligación de trabajo) y ver las fotos, dónde los niños son testigos en primera fila, no puedo quitarme la sensación de que la gente está podrida.
Hace rato quiero leer este libro y tu comentario sólo aumenta la expectativa. En cuanto pueda lo compro.

GavilaSavilaMavila dijo...

Pfffff, te lo dije amiga, este libro, por lo menos a mí, me cambió la vida, y no exagero, creo que se ha vuelto en el libro más importante de mi vida hasta este momento...y porsupuesto el permanente de cabecera. Me alegra mucho que haya causado un buen efecto en tí y sobre todo que colaborara en tu proceso actual. Este tipo de libros son las lecciones que debemos compartir y por eso me siento feliz de habertelo compartido y causado eso en tí (las respectivas gracias a la Ale por obsequiarmelo), y pues ahora nos toca compartirlo con Jorge, mirá que ya se lo ofrecimos. Desde finales de enero que terminé de leerlo, me ha servido muchísimo, me aclaró muchas cosas en la mente, no sólo me abrió los ojos, abrió varias puertas dentro de mí. Y sí André, te lo recomiendo mucho, pero ni se te ocurra ir a ver la película por favor, me rehuso a que tan buen libro, tan excelentes horas y horas le lectura y de maquinar en tu mente por medio de la imaginación tantas acciones y sucesos, se reduzcan a dos tétricas horas. Me niego a verla jeje!!!

Anónimo dijo...

Que bonito post Wendyta, yo tambien disfrute mucho el libro, y me sorprendio y me estreso también el pensar hasta que punto podemos llegar los seres humanos, asi de "hijuputas" pero tristemente asi es..en fin! muchos abrazos

Alvar S.

Anita dijo...

Wendy que bonito lo que escribiste. Resistamos juntas! ji ji