sábado, 2 de mayo de 2009

Este cambio no le hace daño a nadie

Cuando abrí este blog, mi única intención era, no perder el hábito de escribir.

En aquel entonces, me sentía muy extraña y un poco ahogada por emociones que no podía definir.

Conforme iba pasando el tiempo, convertí esta página en un verdadero diario, lleno de textos que me servían de desahogo y que en cierta medida, me aliviaban.

Esto provocó que, quienes me conocen de hace años, se sorprendieran al leerme tan vulnerable o tan melancólica. Algunos entablaron pláticas conmigo para poder "amarrar" esos cabos sueltos entre mi personalidad y la faceta que les mostraba en el blog.

Hay uno por ahí que me dijo que le gustaría hacerme algunas preguntas porque quiere que le cuente qué fue lo que me pasó. Y claro que conversaremos... agradezco su preocupación.

Pero todo esto, me dejó pensando.

Mis amigos y familiares me conocen como una mujer independiente, fuerte y que toma decisiones, previo análisis exhaustivo. Pero poco saben de mis episodios emocionales, pasionales e irracionales, pues procuro reservarlos para mí sola.

Es que, soy la mayor de cuatro hijas y un hijo, por lo que estoy acostumbrada a ser esa que "da el ejemplo" y ese rasgo me ha acompañado incluso, en el ambiente laboral.

Hasta el momento, me siento satisfecha de ser así.

Pero fuera de todo eso, yo supongo que la curiosidad de muchos, radica en que hace algunos meses, mi apariencia cambió drásticamente.

No soy de esas mujeres que truenan los tacones al caminar porque si uso zapatos altos, me caigo y me raspo las rodillas. Por eso, he usado chapulines (All Star), tenis y kickers desde que tengo memoria. Sin embargo, cuando trabajaba en Antigua Guatemala (hace un año), empecé a interesarme por los "zapatos de mujer" y me compré un par de estilos más femeninos para mis pies. Claro que, sigo sin usar tacones, y por supuesto que conservo mi calzado cómodo, pero ahora siento que mis faldas largas combinan bien con estos diseños.

Hace meses me corté la larga cabellera (que me llegaba a la cintura) y elegí un corte que me llega hasta el cuello. Me hice unos mechones azules (cosa que había deseado desde que empecé la universidad) y ahora uso unos ganchitos de niña para sostener algunas hebras rebeldes.

A eso le agrego que, le sumé a mi guardarropa, faldas cortas acompañadas de medias calientitas o bien, vestidos cortos.

También estoy aprendiendo a combinar colores (aunque esto todavía necesita trabajo).

De vez en cuando, le pongo algún tono a mis uñas (como azul, verde, café o fusia) y diariamente aplico un brillo en mis labios.

Todo lo anterior contrasta con la imagen desaliñada que tenía hace años.

Pues bien. Este cambio no tiene gran misterio.

Irónicamente, mi estilo fue modificándose a medida que mi mamá me iba regalando blusas o pantalones que se ajustaban a mi figura.

Yo me veía en el espejo y pensaba: "vaya, esto no se ve mal". Y poco a poco, iba buscando ropa que se le pareciera a eso que me iba gustando: un escote, un tirante más delgado, alguna tela más liviana... en fin...

Lo que sí hice con la única intención de sentir algo diferente cada día, al verme en el espejo, fue cortarme el pelo.

Los colores en las uñas y en los labios, son sólo una variación del tono negro que solía usar durante mi adolescencia. Pero también tiene que ver que mis hermanas me han regalado o aconsejado, el uso de algunos de estos.

¡Cómo no voy a disfrutarlo!

He despertado comentarios muy halagadores en mis seres queridos y eso, sin planearlo, me ha subido los ánimos.

Lo que sí me reservo es aquella razón que afectó mi estado emocional y, en cierta medida, mi salud física.

Sólo puedo asegurar que mi esencia sigue intacta y que ahora más que nunca, busco complementar mi independencia con la felicidad y la paz interior.




P.D. Muchas gracias por los saludos y buenos deseos virtuales para que mejore mi salud.

5 comentarios:

GavilaSavilaMavila dijo...

Jejejejeje, esa foto amiga, ESA FOTO con tu pelo larrrgo...pfff, qué recuerdos, o no? :) Recuerdo que siempre que me decías que era una coqueta por la variedad de accesorios que poseo con la finalidad de combinar y contrastar colores, o bien por el maquillaje que a veces uso (y que no en pocas ocasiones te he aplicado para ponerte coqueta jejeje), o los tacones, etc etc etc...., te repetía: "cuando te llega, te llega; cuando te gusta, te gusta... y dicho y hecho, "TE LLEGÓ, Y TE GUSTÓ" y es rico, se siente bien, te queda bien, y no sólo por fuera, también por dentro, que es lo más importante. Te quiero amiga, y me encanta ser parte de tu evolución y que nuestros caminos se acompañen ya por casi 12 años!!! Y claro que no, este cambio no le cae mal a nadie, AL CONTRARIO! Es más, voy a hacer una encuesta... jejejeje

Duffboy dijo...

Un mega abrazo Wendy. Como dice la rola de Live: "Everybody's good enough for some change".

Anónimo dijo...

Miss Wendy, lo que me queda de usted... es seguirla leyendo, cada vez más linda.


"Para ser grande, sé entero: nada
tuyo exagera o excluye.

Sé todo en cada cosa. Pon cuanto eres en lo mínimo que haces.

Así en cada lago, la luna entera
brilla, porque alta vive"

Fernando Pessoa (1888-1935)

Anónimo dijo...

este cambio tubo algo que ver con tu ex? o simplemente queres un nuevo aire y subir l autoestima? en el fonfo el cambio para que es??? o es para reconquistar a tu ex?

Marlen dijo...

jajajaja ay no mi Wewy esta resentida del comentario anterior sí que te envidia...sin duda ella siempre fue la "otra" y nunca tuvo importancia ni autorespeto y su look ha de ser apto para hacerle un make over jaja...te amo...y tu look sí que está requete!