lunes, 11 de mayo de 2009

No sé por qué

No sé por qué nunca me he sentido cómoda en los centros comerciales. No soy de las que vitrinean por placer.

Me desespero cuando los hombros ajenos se topan con los míos... o si mis pasos se tropiezan a cada minuto con los de un extraño... y si en lugar del silencio escucho el murmullo ensordecedor de miles de personas.

Me sucede desde que soy adolescente.

Pero, es curioso porque no me ocurre lo mismo si estoy en un concierto. En esa situación sí disfruto a las multitudes. Más aún si se muestran tan eufóricas como yo, tan extasiadas, tan absortas... tan en su mundo, como yo.

No sé por qué...

4 comentarios:

Jul!o Fl=res dijo...

En un CC la vida es muy superficial, muy materialista, la gente muestra la parte más vanidosa de si, en cambio en un concierto te unes con muchas tantas personas que estan viviendo el momento sin importar al que tienen a la par y demuestran quienes son en realidad y a vos eso es lo que te importa, ser quien en realidad es uno...

Buen inicio de semana.

Anónimo dijo...

Miss W, muchos caminos tenemos, la ventaja es que cuando uno decide, sabe a donde ir.

Salir de mí,
ir hacia los otros,
amanece y el aire aún es limpio,
sencillamente fresco.

Conforme avanzo el sol
se deja notar más,
no interviene en mi camino,
pero está ahí, entre mis pasos:
voy hacia los otros,
dejo atrás la música primera
de los pájaros,
y se incorporan señales
de un mundo elegido
y al mismo tiempo rehusado;
no llego a conclusiones,
no dejo hacer al pensamiento,
nada niego, separo
el interior del exterior,
elijo la ola y la espuma,
el tono de ruido,
el momento del viento:
ahora que estoy afuera
pero voy por dentro.

El paseante
Francisco Gálvez

Anónimo dijo...

no se porque.. nunca te diste cuenta que te eran infiel? que se habian enamorado de alguien mas?

el VERDE !!! dijo...

a mí también me estresa, lamentablemente a falta de parques chileros, cercanos y con ciertas comodidades los CC son un reemplazo hasta cierto punto soportable.

Toparme con la mara en los pasillos no me estrasa tanto como llegar al área de mesas y tener que echarme el párrafo en medio del mar de voces y gente.