miércoles, 20 de mayo de 2009

Wendy la oruga

No sé si es la edad o la época en el país, pero ya no tengo muchas ganas de estar fuera de mi casa.

Apenas tengo 31 años y prefiero salir a caminar, hacer yoga, dormir, leer o ver una película, que estar en un ambiente de humo de cigarro y alcohol.

No me volví mojigata. Es sólo que puedo decidir entre una cosa y otra, y yo le doy prioridad a mi casa o cualquier espacio reservado para mí.

Por supuesto que salgo a cenar o tomar un café con amigas. Pero ya cuando son las 9 ó 10 de la noche, me empieza a entrar la "perseguidora".

Supongo que, la cara factura que el cuerpo me pasó por gastritis y bronquitis, me tienen todavía en estado de prudencia. Ya el alma me cobró también el descuido.

Platicaba con una amiga de todas esas dolencias físicas que ella y yo hemos tenido últimamente -es increíble todo lo que tenemos en común- y terminamos riéndonos de nuestro estado.

Alguien de mayor edad que me confirme, por favor, si son sólo cosas mías o es muy normal que me haya convertido en esa oruga que muy cómodamente regresa a su capullo, mientras le da la gana convertirse en mariposa.

5 comentarios:

el VERDE !!! dijo...

miércoles... la cagué al enviarte mi comentario y lo borré.

En resumen: no estás sola amibita, finalmente caigo en la cuenta que vivo ya en une estadío similar al que describís.

Vos y yo tenemos más o menos el mismo pasado de parranda, guaro, chencas y bachas. Aunque quisiéramos seguir igual, ya no tenemos 18, jajaja.

Todo radica en no perder la juventud del espìritu, aunque asome la senectud.

Cuando den las diez, dejá la fiesta de la calle y seguila en la casita del bosque. Yo te acompaño, con un tecito (con whiskey), je.

abrazote.

Villacinda_ dijo...

Mmmm

Yo se, yo se...

Quién tuviera veinte!

maruluarca dijo...

Voy a responder, aunque eso de "alguien de mayor edad" aún no termina de cuadrarme: Es normal. Pasé por eso y también por las preguntas que genera. Prefiero mil veces ahora mi casa, una buena peli, un libro o hasta un "entretenido" programa de cocina (ouch!) que salir a la parranda, que antes se me daba con todo.

Y tengo achaques! Qué cosa!

GavilaSavilaMavila dijo...

Bueno... bueno, por dónde empezar amiga, por cuál de todos nuestros achaques debiéramos empezar... jejeje! Yo creo que esto de la edad y los treinta se vuelven un mito, sin embargo, la factura por descuidos es alta!! Yo creo q ese bienestar que produce lo que tu decís, es lo que podemos encontrar sólo en nuestro espacio, ese calorcito, ese confort tan rico que está en tu hogar. La plenitud actual, hace que esos achaques sean más llevaderos, porque quizá el cuerpo se las cobra, pero el alma cada día es más libre, más coherente con lo que realmente creemos y sentimos. No quiere decir que nos vayamos a quedar encerradas el resto de la vida vaa amiga, es sólo ese período, para mí, tan necesario, de instrospección y reencuentro con una misma! Arriba los achaques del cuerpo y la libertad del alma.. que además todavía nos quedan años pa delante y seguir gozando de la vida y lo lo que nos espera!!!

Seletenango dijo...

Hay jóvenes aún!, pues yo siento exactamente lo mismo, más en estos días nubladitos, dan ganas de una buena peli, sentirte en un ambiente donde podés quitarte los zapatos, comer lo que querrás, estar acurrucada y gozar de tu espacio. Es super normal seño.

Por cierto eso de "La perseguidora es muy real"