martes, 27 de octubre de 2009

El pasado duele en el vientre

Por cuarta vez sonó el timbre, por cuarta vez se le removieron las entrañas. De pie, detrás de la puerta, Clara sudaba frío mientras dejaba pasar los segundos. Sabía quién tocaba. Sabía lo que quería de ella.

En ese breve lapso desfilaron casi veinte sensaciones por sus brazos, sus orejas, sus ojos, su boca: desde el sobresalto del primer beso con aquel individuo que hoy tocaba el timbre, la complicidad de sus lágrimas, hasta el último abrazo que compartió con él.

Sonó el timbre de nuevo y el corazón empezó a latirle más fuerte. Sintió un ardor intenso en el estómago.

En sus oídos resonaron las palabras de sus amigos. Se lo habían advertido, nada bueno resultaría de esa relación. Se cansaron de repetírselo, pero ella había decidido quedarse a su lado contra toda predicción, aferrada a un par de días románticos y a unos cuantos fines de semana afortunados.

Ahora, era él quien rogaba detrás de esa puerta por un poco de ganas, una pizca de atención.

Clara comprendía su angustia. Sentía, a través de la gruesa madera que los separaba, la rabia contenida del otro, la incertidumbre que lo embargaba, la ansiedad. Tuvo varios impulsos de abrazarlo y ofrecerle consuelo, pero por alguna razón su cabeza se antepuso al sentimiento.

El timbre volvió a sonar. Esta vez la invadió un escalofrío. Cerró los ojos. Contó con los dedos de sus dos manos las veces en que él huyó de los aprietos, el número de encuentros con otras mujeres, las citas a las que llegó borracho, los colmillos de cocaína que encontró en su abrigo. Por un momento volvió a sentir el dolor de aquella aguda punzada que le propinó para acabar con su embarazo… Necesitaba dos manos más para seguir enumerando pesares.

Clara estuvo a punto de perder el equilibrio. Se aferró a la pared mientras se sujetaba el vientre. Abrió inmediatamente sus ojos. Por fin comprendió por qué no había bloqueado esos recuerdos. La sacudió un profundo suspiro y automáticamente le dio la espalda a la puerta.

El timbre dejó de sonar.



4 comentarios:

Anónima dijo...

WOW, ESTE TÍTULO LE QUEDÓ NÍTIDO! Se me removieron las tripas!!!

Wendy García Ortiz dijo...

¡Tan linda, gracias! Sin las sugerencias de ustedes, no hubiera quedado así ;o)

Seletenango dijo...

hay seño! tiene que escribir un librooooooo!

/ johnatanmoran dijo...

Implemente increíble, me encanto el giro del vientre. ^^