Curiosa manera de hacer el recuento de este año: un obligado ordenamiento de facturas.
Por medio de cientos de papelitos que fui separando por mes, recordé no sólo mis múltiples visitas al supermercado y la lavandería, sino también mis citas con el médico, la compra de medicamentos, pagos de peaje de camino hacia la playa y más de una cena con amigos y amigas.
A diferencia del legajo del año pasado, esta vez no tengo boletos de avión ni de bus extraurbano. Así que, ya sé en qué enfocarme a partir de enero ;o)
1 comentario:
mmmmmm, yo debo hacer ese recuento, seguramente habran cosas de las que ni recuerdo.
Abrazos miles.
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