miércoles, 29 de diciembre de 2010
La que espera
viernes, 17 de diciembre de 2010
El frío en sus diferentes manifestaciones
domingo, 28 de noviembre de 2010
¿Fanática yo?
lunes, 15 de noviembre de 2010
Clima insensato
lunes, 1 de noviembre de 2010
Los mapas y yo
martes, 12 de octubre de 2010
Veneto blues
Este país tiene algo de melancólico en sus atardeceres, algo de solitario en sus noches y mucho de esperanza en las parejas de ancianos.
Probablemente es esto último lo que me ha provocado las dos primeras sensaciones.
La primera vez que lo experimenté yo caminaba al lado de una autopista llena de carros veloces. A lo lejos vi acercarse a una pareja. El hombre era bastante más alto que la mujer. No podía distinguir ningún detalle de sus rostros, pero sí me di cuenta cómo el hombre le daba besos a la mujer sin dejar de caminar. Tomaba su cabeza le plantaba el beso y seguían caminando. Así conté tres veces.
A medida que se iban acercando hacia mí (o yo me acercaba hacia ellos), se me ponía de gallina la piel y mis ojos se llenaban de agua salada. Eran dos ancianos cuyas cabezas blancas y amplias sonrisas les hacían aparentar una envidiable juventud.
La segunda vez que algo se trababa en mi garganta fue durante la cena (no me ahogaba con la comida sino con las emociones). Yo bebía un café con leche y terminaba un tiramisú. Intentaba que mis ojos se enfocaran en algo más que mi propio reflejo en la puerta de cristal del restaurante, pero no lo lograba.
En eso, reparé que a mi derecha, un hombre y una mujer -ambos mayores- con acento inglés terminaban el plato fuerte. El señor se puso de pie sin mediar palabra y pasó frente a mí. Pensé que iba al baño, pero me equivocaba. A menos de un minuto lo vi caminar de nuevo delante de mi mesa, pero esta vez iba bailando graciosamente, lo cual me hizo levantar la vista y observar sus gestos: él le bailaba pícaramente a la señora pues tenía en sus manos dos platos con sendos trozos de pastel, como si acabaran de darle a un niño su dulce favorito.
Ambos se sonrieron y comieron alegremente sin necesidad de decirse nada, mientras yo terminé mi café de un sorbo y salí antes de que se dieran cuenta que mis mocos no tenían que ver con la alergia.
miércoles, 6 de octubre de 2010
Perderse en Italia
Eso me sucedió el primer día que puse un pie en ese país. El hotel que había elegido era un albergue administrado por una familia, a las afueras de Milán. Obviamente mucho más barato, con desayuno incluido y con la promesa de relacionarte con estos hermanos y esta madre que comparten su casa con los turistas.
¿Por qué elegí empezar mi recorrido por Milán? Porque también el ticket de avión más barato entraba únicamente por el aeropuerto Malpensa. Eso me pasa por tacaña dirán algunos, pero en realidad los gastos se reducen tanto que me da la oportunidad de quedarme un día más o de comer rico sin remordimientos por el precio.
Así que, después de tres trenes, una linda plática con una viejita llamada Franchesca y dos conductores que casi me llevaron de la mano al vagón indicado, por fin llegué a la región correcta.
Al empezar a caminar por estas calles estrechas, intuí que la zona no es muy turística. Todos los que se conducían en su carro se me quedaban viendo. Las pocas señoras que caminaban como yo, igual me veían raro. Cuando les preguntaba cómo llegar a la dirección que tenía el albergue, no podía evitar sonreírme.
A base de señas, gestos y la asociación al castellano de palabras como "avanti", "piazza", "escalinata", "la sua siniestra" y "la sua destra", comprendí sin titubear todas las indicaciones.
En el albergue ya me esperaban. Me vieron llegar de lejos y salieron a recibirme: "¿señora García?" me preguntó una muchacha. Y cuando dije "sí", me respondió "bona sera" y me pasó adelante. Rápido olvidé lo de "señora" porque entre ella y su hermano me preguntaron con preocupación, cómo había logrado llegar. Les contesté un poco sorprendida "pues en tren" y ellos hicieron un gesto como de "pues sí, vaa".
Es que un día antes me habían ofrecido por correo electrónico, ir a traerme al aeropuerto por 20 euros. Pero yo llegué gastando únicamente 5.50 y bueno... invirtiendo un montón de horas :oP
Ahora, mientras ceno una pizza margarita y me la bajo con vino tinto, ya puedo empezar a trazar la ruta de exploración de este país que "mola mucho", como dirían los españoles.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
La manera europea
Afortunadamente el País Vasco fue de los pocos lugares que no respondió como se esperaba a la convocatoria de este paro de labores, por lo que no veo ningún alboroto y puedo encontrar cafeterías y restaurantes abiertos.
Hay varios aspectos de esta manera europea de manifestarse que me llaman la atención: primero, que todos los trabajadores -públicos y privados unidos- expresan públicamente su rechazo a una reforma laboral que califican de injusta, innecesaria, que abarata el despido y que favorece los intereses de las entidades financieras (a quienes culpan de la crisis económica).
Segundo, que a pesar de la huelga, se han visto obligados a ofrecer "servicios mínimos" en todos los ámbitos. Por eso, los ciudadanos tienen asegurado un 30% de servicios de transporte, por ejemplo.
Y tercero, que tanto así se manejó la convocatoria, que los trabajadores en huelga, apostados en distintas arterias de las ciudades españolas, entablaban discusiones con aquellos que habían decidido no integrarse a esta manifestación. Pero esas acaloradas charlas podían generar alguno que otro gesto agresivo como detener un autobús en marcha para regañar al chofer, bloquear una calle con llantas o bicicletas, enfrentarse a la policía, encomendada de garantizar esos servicios mínimos y gritarse entre sí (o puede decirse "hablar recio y con decisión").
Pero, hasta el momento, nadie se ha lanzado gas lacrimógeno ni ha tirado piedras, quemado camionetas ni mucho menos ha pintado los negocios o comercios, como se acostumbra en Guatemala. Todo está transcurriendo con tranquilidad y espero que así continúe.
En fin... es sólo una de tantas cosas curiosas que he visto de este lado del charco.
martes, 21 de septiembre de 2010
Los españoles
Te habla duro y en voz muy alta, como si te pegara un manotazo en la cabeza con cada palabra, pero al mismo tiempo te sonríe y te dicen "venga, que aproveche".
Hay quienes te invitan a las cañas muy cariñosamente, pero no te preguntan si pueden fumar a la par tuya y te echan humo mientras te dan palmadas en la espalda.
Otros, se preocupan por ti y te preguntan si te está gustando la comida porque tú comes muy lento o te preparan una "bocata" envuelta en papel aluminio para tu viaje.
Los que más me gustan son esos que te abrazan cinco veces o más porque ya los dejas y te dicen "oye, qué bien nos la hemos pasado" con la sinceridad que sólo encuentras en las palabras de tu madre.
lunes, 13 de septiembre de 2010
Sólo quiero ver si llego
Gracias a que me ofrecí a cubrir la participación de dos cineastas guatemaltecos en el Festival de Cine de San Sebastián, aprovecharé para quedarme tres meses recorriendo algunas ciudades antes de llegar a a ese lugar que me parece perfecto cuando cierro los ojos.
Este martes empieza la aventura y sé que en el camino me esperan algunas viejas amistades, de seguro nuevas relaciones y muchas emociones, empezando por las que desde ya me genera la profesión de mi amigo Sergio Ramírez en aquel festival.
A ver si logro lo que me he propuesto... Y si no, al menos traeré historias para contar ;o)
martes, 31 de agosto de 2010
Adiós a la tortuga
jueves, 19 de agosto de 2010
FUR
Que una mujer como Nicole Kidman esté enamorada de un hombre misterioso que se esconde debajo de una maraña de pelos, que la introduce al mundo de los "freaks", le desata su sed voyerista y que por lo tanto, haya abandonado a sus dos hijas y su comprensivo esposo, fue un tanto bizarro.
Pero, desde el principio la película advierte que esta historia es un "retrato imaginario" de la fotógrafa Diane Arbus. Así que, uno puede respirar un momento.
Sin embargo, al investigar acerca de esta mujer, me encuentro con una colección suya de retratos de seres de los años 50, vistos con una sutil morbosidad. Todos, marginados por alguna discapacidad física o mental. O bien, retratos que les hizo a personas "normales", pero en momentos que los hacen ver "extraños".
No puedo evitar imaginarme a Diane detrás de la cámara, observando a estas personas, maravillándose ante lo desconocido y al mismo tiempo, temiéndole.
Eso me gusta de las películas: que me dejan con algún pensamiento loco dando vueltas en la cabeza. Y ésta, especialmente, me generó los más raros.
lunes, 16 de agosto de 2010
jueves, 12 de agosto de 2010
Padecimiento en soledad
Ayer tuve uno de esos días. Mi cuerpo, por segunda vez en la vida, me reclama atención. Ya no soporta las grasas ni la comida rápida. Por eso, tuve una especie de indigestión/empacho/ intoxicación.
Entre los escalofríos, la fiebre y el dolor de cabeza, tuve que levantarme de la cama, pero no pude avanzar tanto porque se me bajó la presión y por poco me desmayo.
Toda esa escena y mi personalidad trágica, me hicieron recordar algo:
Una vecina que tuvimos mi familia y yo, en la zona uno, era una señora mayor. Su casa y la nuestra compartían un garage, por lo que siempre la veíamos salir a mediodía a comprar tortillas o al mercado. Un día, dejamos de verla y al día siguiente, también. Entonces, tocamos su puerta para saber si estaba bien. Pero nadie respondió.
La ventanita que a ella le servía para ver quién tocaba, estaba sin seguro. Así que, mi tío la empujó y pudo ver a la señora al fondo del pasillo, tirada en el suelo.
De una terraza a la otra, entró mi familia a su casa y lograron atenderla. Se había tropezado y caído, pero por su edad, no había podido levantarse en dos días.
Claro, soy una dramática. Mi padecimiento de ayer no era tan grave, pero al aproximarme al desmayo me pregunté ¿qué tal si me quedo aquí tirada sin poder levantarme?
Yo sospecho que, a raíz de lo que le pasó a la vecina (y por otros motivos que tienen que ver con fracasos sentimentales), con mi hermana Karina planificamos acompañarnos en la vejez y compartir vivienda. Lo divertido de esta idea es que, muchos amigos nos están pidiendo posada en esa "casa de viejos" que todavía es imaginaria.
Imagen tomada de santillanalejandra.blogspot.com
lunes, 9 de agosto de 2010
Viajar con los ojos cerrados
Algún día quiero ser capaz de escribir acerca de un momento digamos, cotidiano, con esta sublimidad:
"Porque en este Japón singular donde las mujeres se bañan en público y donde los hombres desnudos se pasean por las calles, las Venus más locas y los más desvergonzados faunos se envuelven, cuando un pintor los evoca, en suntuosos mantos de seda. Nada de desnudeces, efectivamente, en el arte. Hasta durante los minutos de suprema epilepsia, los que se aman están representados con sus trajes. Lo único que el artista se permite, es abrir el kimono, desatar la cintura, recoger las mangas... Y es milagroso, os lo aseguro, poder hacer todo lo que estos actores de la gran comedia carnal hacen, sin desgarrar sus vestiduras. En equilibrios dignos de funámbulos consumados, retuércense y forman monstruosas figuras con dos cabezas y cuatro piernas.
"El argumento es siempre el mismo. En la primera estampa vemos al caballero que, lleno de mimos, corteja a la dama. El traje de ambos es impecable. Ni el menor ademán indica que sea aquél el primer acto de una tragicomedia de la más refinada lujuria. En la segunda página, ya una mano indiscreta ha entreabierto el kimono femenino. El rostro de la mujer indica un ligero espanto, mientras en el rostro del hombre, una sonrisa triunfal. Ya en la tercera estampa el equilibrio de los cuerpos está perdido y las cien fases del vértigo principian. Todo sufre, en efecto, y todo se crispa, durante los idilios vertiginosos. Los pies y las manos se retuercen. En los ojos se lee el asombro o el dolor. Las piernas se trenzan en inconcebibles espirales, mientras los brazos forman lazos serpentinos. ¡Y esas bocas! En este país donde el beso es desconocido, los dientes parecen tomar tanto interés como los labios y las caricias".
sábado, 31 de julio de 2010
Consejos del Movimiento Slow Food
Apuesta por ello, por el Slow Food en lugar del Fast Food. Así que, nos da unos prácticos consejos para unirnos a él.
-Respete sus horas de sueño. Duerma lo necesario. El sueño es la actividad reparadora psíquica y física por excelencia.
-Ingiera una dieta con alto contenido en frutas y verduras y bajo contenido en grasas.
-Practique un hobby que le dé tranquilidad. Por ej. hacer Yoga o relajación, pintar, escuchar música, cultivar una huerta, etc.
-Realice actividad física moderada (caminar o nadar por ej.), por lo menos tres veces a la semana.
-No sature su agenda de actividades, todo puede esperar (si estuviéramos muertos nadie las haría, no?), si está leyendo esto es porque esta vivo/a, disfrútelo.
-Realice una actividad a la vez, no varias al mismo tiempo.
-No mire el reloj a cada rato, de ser posible, no utilice reloj pulsera. Los fines de semana no ponga el reloj despertador, despiértese a la hora natural "solicitada" por su organismo.
-Coma despacio, mastique y salive muy bien los alimentos ante de tragarlos.
-Prepare una comida tranquilo/a y sin hacer otra cosa a la vez, como mirar televisión. Disfrute de una conversación si está comiendo junto a otras personas, en caso contrario, disfrute de la soledad pacíficamente.
-Cuando esté de vacaciones disfrute tranquilamente de la misma sin embarcarse en múltiples y agotadoras actividades diarias (por ej. realizar excursiones o salidas todo el tiempo).
-Deje tiempo en su agenda diaria para estar con personas que usted quiere o realizar actividades que le generen placer.
Imagino cómo sería el mundo si todos viviéramos a este ritmo... Slow down!
Canción de amor de la joven loca
Levanto los párpados y nace todo nuevamente.
(Creo que te inventé en mi mente).
Las estrellas salen valseando en azul y rojo,
Sin sentir galopa la negrura:
Cierro los ojos y el mundo muere.
Soñé que me hechizabas en la cama
Cantabas el sonido de la luna, me besabas locamente.
(Creo que te inventé en mi mente).
Dios cae del cielo, las llamas del infierno se debilitan:
Escapan serafines y soldados de satán:
Cierro los ojos y el mundo muere.
Imaginé que volverías como dijiste,
Pero crecí y olvidé tu nombre.
(Creo que te inventé en mi mente).
Debí haber amado al pájaro de trueno, no a ti;
Al menos cuando la primavera llega ruge nuevamente.
Cierro los ojos y el mundo muere.
(Creo que te inventé en mi mente).
Sylvia Plath
lunes, 26 de julio de 2010
Cosas feas de la vida citadina (II)
No me había dado cuenta que un joven rapado, con uniforme de PNC, caminaba por la acera a la que yo quería llegar.
Cuando por fin me abrí paso por entre los carros que circulan frente a la oficina, corrí hacia la puerta, pero justo el muchacho iba pasando frente a mí. Me detuve para dejar que pasara, pero una frase suya hizo que mi rostro se descompusiera: "pase mamita chula, con mucho cuidadito..." y dijo algo más, pero mi memoria lo bloqueó.
Por unos segunditos quise decirle tantas cosas, pero me detuvo el hecho de que íbamos los dos solos y que la puerta de la oficina me quedaba a una decena de pasos.
En ese instante tan corto reflexioné que hacía bastante tiempo que los guardias de seguridad que hacen turno afuera de las empresas y algunos agentes de la policía, no me acosan. Usualmente me sucedía cuando no tenía carro y caminaba mucho por la ciudad. Y claro, me decían cosas obscenas. Lo de hoy, no fue nada.
sábado, 24 de julio de 2010
lunes, 19 de julio de 2010
¿Y qué?
Yo, a pesar de haber sobrevivido a tres grandes fracasos sentimentales y aún en el día de mi cumpleaños número 33, quiero creer que la vida está preparándome a un híbrido de príncipe y sapo (porque nadie es perfecto) que estará dispuesto a acompañarme y a ser acompañado, a compartir aventuras, travesuras y a celebrar mis ocurrencias.
Me conformo con ofrecimientos tan simples y normales como los del wedding singer.
Y ya sé que este post generará más de algún regaño de mis amigas o que los hombres se reirán de mi cursilería. ¿Y qué?
martes, 13 de julio de 2010
¿Qué más nos puede pasar?
Teniendo todo eso en cuenta, no sé qué significa el cúmulo de hechos violentos con los que empezó esta semana. No sé si augura algo o simplemente es un recordatorio del país en el que nos hemos convertido.
El primer hecho no lo oí en las noticias. Lo oí en la ventana que tengo a mis espaldas, en la oficina: una serie de disparos a media cuadra del edificio. Al asomarnos a ver qué pasaba, nos dimos cuenta de que varios carros circulaban en contra de la vía, como huyendo de algo. No sabemos si fue un tiroteo entre varios vehículos o si fueron disparos al aire. Sólo vimos que quedó un carro abandonado y seguimos la trayectoria de tres ambulancias.
Como media hora después, mientras saludaba a una amiga en el chat, me cuenta que la están extorsionando por teléfono. Que alguien llamó a su casa y preguntó por un señor que ya no vive ahí y le pidió Q5,000 de "colaboración".
Mientras tanto, una cola eterna de carros, desfilaba frente al edificio. No sabemos qué pasó exactamente, pero así duró todo el día. Al parecer, muchos puntos de la ciudad estaban congestionados. Se oían bocinazos por doquier.
Durante una reunión en la que participé a mediodía, los jefes de área empezaron a comentar los hechos violentos del fin de semana: la muerte violenta de un ex diputado (cuyo carro quedó perforado por más de 150 balalazos), la muerte de un guardia del sistema penitenciario que iba en un microbús en compañía de 5 mujeres y una niña, quienes también murieron.
Por la tarde, un compañero nos despertó de nuestro letargo laboral, diciendo que había explotado una bomba casera dentro de una camioneta.
Y por si fuera poco, regresaron los asaltantes en moto. A dos compañeras que esperaban en un semáforo en rojo, les somataron la ventana del carro (que llevaban cerrada) con la cacha de una pistola para pedirles el celular. Ambas se dieron cuenta que tenían a un segundo motorista en la ventana del copiloto.
¿Qué más le puede suceder al ciudadano? Por más que intente ser prudente, tomar sus precauciones y acostumbrarse a vivir en paranoia, no se salva de ser víctima.
Esto me lleva a pensar ¿a qué hora me toca a mí? y a extrañarme de que no me haya sucedido nada violento a partir de que le robaron el radio a mi carro, hace un par de años.
miércoles, 7 de julio de 2010
lunes, 5 de julio de 2010
domingo, 27 de junio de 2010
Un pálido rayo de sol
Pero así como es de maravillosa la naturaleza, ni los árboles se caen ni hay oscuridad total. Durante unos segundos me sorprende un claro del cielo que le abre paso a un minúsculo rayo de luz pálida.
viernes, 25 de junio de 2010
lunes, 21 de junio de 2010
Piratería, ¿una consecuencia de la desigualdad?
Tenemos tres miradas sobre la piratería:
jueves, 10 de junio de 2010
¡Gracias Vueltegato!
Entre esas definiciones está la mía.
¡Muchas gracias Vueltegato!
También exponen André Gribble, VonSechel, Angel Poyón, Lea Asoli, Pablo Bromo y Alejandro Marré.
miércoles, 26 de mayo de 2010
El barquito de los deseos
lunes, 17 de mayo de 2010
La niña que no quiere sufrir
Hola Wendy, ya guardé la carta que usted me dejó debajo de mi almohada. Al principio me dio miedo porque en la noche yo no sentí que alguien entrara a mi cuarto, pero cuando la leí, entendí que era una sorpresa.
Un día, Rebeca no me habló en todo el recreo. Yo pensaba que ella era mi mejor amiga y creía que las mejores amigas no se hacían cosas así. Ella nunca me dijo lo que yo hice para ponerla tan enojada. Sólo se hizo la que no me había visto y pasó a la par mía riéndose a carcajadas. Supongo que no sabe que eso se siente muy feo.
Yo creo que no le gustó que esa mañana la Directora me premió con unos diplomas por haber participado en concursos de gramática, ortografía y redacción. ¡Me dio un montón! Primer lugar, segundo lugar, tercer lugar… Tantos que mis compañeritas se cansaron de aplaudirme. Y en cambio a ella, apenas le dio uno.
lunes, 10 de mayo de 2010
Angustia
La más linda escena
Gracias Anita Cristina ;o)
viernes, 7 de mayo de 2010
Breve monólogo de un corazón roto, remendado y vuelto a desarmar
Y tú lo viste todo desde la puerta de entrada, pero corriste cuando estaba a punto de estallar.
martes, 4 de mayo de 2010
El Espejo
lunes, 3 de mayo de 2010
Irse
To wend significa To go one's way; proceed. To travel.
¿Será que mi nombre tiene algo que ver con el verbo?
¿Esto tendrá relación con esa sensación que me persigue de no pertenecer a un lugar? ¿Será esa la razón por la que nunca sentí como propio un espacio?
Si es así, ¿a dónde debo ir? ¿Alguna vez llegaré a algún lugar?martes, 27 de abril de 2010
Nuevos aires laborales
A mi derecha tengo una columna cuadrada de concreto y a mi izquierda, tengo un corredor secreto que termina a los cinco pasos. Ahí he decidido guardar cajas con material impreso.
domingo, 25 de abril de 2010
En este lado de la ciudad
Intento cerrarles el paso a las dos invasoras, sacar de mi casa lo que ya lograron entrar, echarlas con insultos y patadas, pero no lo logro. No puedo luchar contra el viento que me las restriega en la cara y obliga a que las absorban mis orejas.
La chicharra del bosque se ríe con su rechinido constante de mi batalla perdida y me recuerda que así suenan los domingos en este lado de la ciudad.
martes, 20 de abril de 2010
Un gesto para Amanda
Siendo Eduardo un mercader muy conocido, se pasaba la vida viajando por lugares lejanos y conociendo gente cuya avaricia era peligrosa. Si el monstruo se enteraba que mantenía contacto con Amanda, muy fácilmente podría acecharla.
jueves, 15 de abril de 2010
Cosas curiosas de la vida
miércoles, 7 de abril de 2010
¿Autocompleta? No lo creo.
Yo estaba convencida de que me atraía todo lo contrario y que era una de las pocas muchachitas conscientes de lo que sucedía en el mundo, en mi país, en las adolescentes de mi generación. Pensaba que el ser independiente y vivir sola era suficiente para demostrar mis capacidades y la seriedad con la que me tomaba aquel modus vivendi.
Pero, al final de mis veinte años, tras varias situaciones y personas que se atravesaron en mi camino, he reflexionado acerca de aquella rebeldía. Mi cuerpo entero me obligó a sentarme y ver para atrás.
Así, me di cuenta de que no podía luchar contra mi naturaleza femenina. Que sí, me gustan los tacones altos, que me gusta intentar maquillarme de vez en cuando, que me preocupo por cómo se ve mi cabello, por la ropa que uso y sobre todo, por mi salud. Lo del matrimonio y los hijos ha de ser otra época de análisis a la que aún no he llegado, pero al menos, sí me estoy cuestionando la necesidad que tengo de compartir mi vida con una pareja.
Eso que dicen los motivadores y los religiosos, aún no lo puedo poner en práctica porque no sé ni cómo empezar: auto-complementarme. Según esa teoría, no debiera necesitar a nadie para poder sentirme completa. Pero ¿eso cómo se logra? ¿Realmente existe o está dirigido a los más elevados de espíritu?
Todavía estoy intentando descifrarlo.
Lo que me pasa es que al final de un día exitoso en el trabajo, o mejor aún, al final de un día en el que recibí la más linda señal para continuar caminando hacia mi sueño, me entran unas ganas locas por llegar a casa y contárselo a alguien que no sea el grillo del bosque ni el zumbido de la noche. O simplemente, relatar cómo estuvo mi día mientras me pongo la pijama y brinco a la cama para acurrucarme entre las chamarras.
No estoy perdiendo el optimismo porque sigo sintiendo que este será para mí, un año muy positivo. Tal vez es sólo que, hoy es uno de esos días en los que añoré un abrazo de orgullo y felicitación de una pareja que no existe.
lunes, 29 de marzo de 2010
Carta para una niña
Querida Wendy, no me lo vas a creer pero yo llevo el mismo nombre que tú. La gran diferencia es que yo tengo 32 años y tú tienes 10. Te escribo esta carta para contarte que he podido verte a ti en el futuro. ¡No te miento! Tengo algunas cosas qué confesarte, pero antes de entrar en detalle, quiero recomendarte algo muy importante: guarda este papel en un lugar que sólo tú sepas, para leerlo cuando te sientas triste y sola. Junto a él, debes tener dos libros de cuentos: “Alicia en el país de las maravillas” y “Peter Pan”.
Yo sé que tus papás nunca te han comprado uno de esos, pero no tengas miedo de pedírselos. Aprovecha el 20 de cada mes, cuando te toca recibir tu inyección de penicilina. Tu papá te prometió comprarte lo que quisieras si no llorabas, ¿recuerdas? En lugar de pedirle bombones ácidos, pídele estos cuentos, te prometo que no te arrepentirás. Te lo digo porque en ellos encontrarás mensajes que te servirán para toda la vida. Si no entiendes algo, pregúntales a tus maestras, yo sé que les tienes más confianza que a tu mamá y estoy segura de que ellas te ayudarán. A medida que vayas encontrando las respuestas, apúntalas en tu diario. Te servirán mucho cuando sientas que te están sucediendo cosas feas.
Pues bien, regresando a lo que te decía del futuro, voy a tener que reservarme algunas cosas como lo hacen las buenas hadas madrinas, sólo te diré que has empezado a vivir muy tarde y eso ha provocado que muchos se aprovechen de ti.
A mí se me ocurre que hagamos algo para cambiar ese porvenir, ¿qué te parece? Para empezar, puedes encapricharte con tus papás e insistirles en que quieres hacer tu secundaria en un colegio mixto. Si no te hacen caso, inténtalo de nuevo cuando salgas de los básicos, esa será tu última oportunidad. Tú eres una niña muy obediente y bien portada. No creo que te lo nieguen. Será muy difícil lograrlo, pero te juro que aprenderás muchas cosas si convives con hombres a esa edad. Tú sabes cuidarte, pero tienes que ser muy fuerte y golpear de regreso con palabras o con los puños si te hacen daño. Aunque les tengas miedo a los niños, cuando te gradúes te darás cuenta que el haberlos sobrevivido te dejará mucho aprendizaje.
La segunda estrategia es que no dejes de ir a la biblioteca. Ve a explorar ese salón que te da tanta curiosidad. Te aseguro que te enamorarás de muchos títulos y eso te dará ideas para escribir en tu diario. Por cierto, cuélgate la llave de ese cuadernito en una cadena y nunca te la quites del cuello, ni aunque te bañes.
Otra cosa que debes tener siempre presente es que tus ganas de viajar y conocer otros países no son descabelladas. ¡Hazlo! Pregúntales a tus maestras por los programas de intercambio que existen. ¡Tú no lo sabes y tus papás tampoco, pero hay personas que te pagan un viaje sin que tu familia tenga que poner dinero! Con eso convences a tus papás más rápido y si te apoyas de tu maestra, con las buenas notas que siempre sacas, no verá razón para no ayudarte.
La última cosa que se me ocurre es que no le pongas corazón a los comentarios que hace tu mamá cuando te ríes a carcajadas. Te dice que te tapes la boca porque tienes dientes de conejo, pero es mejor que pienses que está bromeando. Tú eres linda y tienes un brillo especial que no debes permitir que nadie te lo opaque.
No te preocupes si ahorita tus papás no te dejan jugar en la calle como lo hacen tus vecinos, ni te dan permiso de llevar amiguitas a la casa o de ir a visitarlas. Tienes que comprender que sólo intentan protegerte, pero si sigues mis consejos, esto no te afectará tanto.
Si me haces caso, tendrás una vida muy diferente a la que yo pude ver en tu futuro. Estará más llena de experiencias que te harán crecer como se debe. Y te repito: cuando te sientas sola y triste, vuelve a leer esta carta, hojea los cuentos de Alicia y Peter Pan. Ahí verás que las niñas siempre sobreviven a las tristezas, a los problemas de adultos, las injusticias y el llanto.
Me despido con una idea que pasó por la cabeza de la hermana de Alicia y que ahora pasa por la mía: tú conservarás, a lo largo de los años, el mismo corazón sencillo y algún día harás brillar los ojos de otros pequeños al contarles un cuento extraño, tal vez muy parecido a esta carta que te regalo.
P.D. Cuida mucho a tu hermana Karina. No permitas que tus papás la comparen contigo. Defiéndela cada vez que la veas en problemas. Acompáñala en sus aventuras y ocurrencias, te la pasarás muy bien.