lunes, 4 de enero de 2010

¡Que empiece el año pues!

Ya sé que es cajonero hablar de propósitos de Año Nuevo en los primeros días de enero y ya sé que en el transcurso de una nueva etapa, a uno se le revuelve todo y se le olvida lo que se propuso, pero no me importa.

Siento que tengo la cantidad necesaria de optimismo como para empezar el 2010 con energía positiva y alcanzar lo que quiero para este año.

Para empezar, quiero retomar mis sesiones de yoga. Lástima que no he encontrado un lugar donde cobren barato o no cobren nada, como suele rezar esa filosofía. Ya intenté mantener esa disciplina en mi casa, pero no lo logré. Así que, regreso al salón de piso de madera, olor a incienso y música relajada, pues me di cuenta que en pocos meses, mis músculos y mi salud me lo agradecieron.

Otra meta que no quiero dejar de lado es viajar. Tengo dos destinos en la mente y el corazón, pero prefiero reservarle al azar el próximo país que visitaré.

También quiero dedicarle más tiempo a la acuarela. Si alguien sabe de algún tallercito por ahí, estaré muy agradecida.

Y por último, lo más importante: intentaré no apegarme a las cosas, sino más bien a los buenos momentos, pues he pasado muchos de ellos con la mente en blanco durante otros años y los reconozco ya cuando ha pasado mucho tiempo.

Así que, ya encendí mi grabadora y mi cámara fotográfica mental, para procurar grabar y poner en los primeros lugares de los recuerdos, a esos momentos chileros, irrepetibles e intransferibles :o)

2 comentarios:

GavilaSavilaMavila dijo...

Esque luego luego se le olvida a una que los buenos momentos...los importantes, las cositas chiquitas, son las que más nos alimentan el corazón y el alma! Es facil perderse entre el corre corre del día a día, pero una vez nos enfoquemos no hay quién nos baje la velocidad para cumplir lo que queremos! El secreto es ponerle corazón a todo lo que hagamos! TE quiero amiga y ya verás lo lindo que será este año!

Andrea dijo...

Cajonero o no, creo que al final es terapeútico y hasta útil, hacer esa revisión en los días de transición de un año al otro. Personalmente ni me dí cuenta a dónde se me fue el 2009 y estoy cruzando los dedos para que este 2010 me alcance para todo lo que quiero hacer. Que tengas un año y una década llenos de maravillas Wendy. Abrazo.