miércoles, 29 de septiembre de 2010

La manera europea

La huelga general en España me obligó a retrasar por algunas horas, mi viaje a Barcelona. Pero da igual, no tengo ninguna prisa.

Afortunadamente el País Vasco fue de los pocos lugares que no respondió como se esperaba a la convocatoria de este paro de labores, por lo que no veo ningún alboroto y puedo encontrar cafeterías y restaurantes abiertos.

Hay varios aspectos de esta manera europea de manifestarse que me llaman la atención: primero, que todos los trabajadores -públicos y privados unidos- expresan públicamente su rechazo a una reforma laboral que califican de injusta, innecesaria, que abarata el despido y que favorece los intereses de las entidades financieras (a quienes culpan de la crisis económica).

Segundo, que a pesar de la huelga, se han visto obligados a ofrecer "servicios mínimos" en todos los ámbitos. Por eso, los ciudadanos tienen asegurado un 30% de servicios de transporte, por ejemplo.

Y tercero, que tanto así se manejó la convocatoria, que los trabajadores en huelga, apostados en distintas arterias de las ciudades españolas, entablaban discusiones con aquellos que habían decidido no integrarse a esta manifestación. Pero esas acaloradas charlas podían generar alguno que otro gesto agresivo como detener un autobús en marcha para regañar al chofer, bloquear una calle con llantas o bicicletas, enfrentarse a la policía, encomendada de garantizar esos servicios mínimos y gritarse entre sí (o puede decirse "hablar recio y con decisión").

Pero, hasta el momento, nadie se ha lanzado gas lacrimógeno ni ha tirado piedras, quemado camionetas ni mucho menos ha pintado los negocios o comercios, como se acostumbra en Guatemala. Todo está transcurriendo con tranquilidad y espero que así continúe.

En fin... es sólo una de tantas cosas curiosas que he visto de este lado del charco.

martes, 21 de septiembre de 2010

Los españoles

La gente en España, si no huele a sudor (porque el sol siempre los sorprende y porque aquí se camina mucho) huele a tabaco. Y si ninguno de los anteriores, eructa jamón serrano.

Te habla duro y en voz muy alta, como si te pegara un manotazo en la cabeza con cada palabra, pero al mismo tiempo te sonríe y te dicen "venga, que aproveche".

Hay quienes te invitan a las cañas muy cariñosamente, pero no te preguntan si pueden fumar a la par tuya y te echan humo mientras te dan palmadas en la espalda.

Otros, se preocupan por ti y te preguntan si te está gustando la comida porque tú comes muy lento o te preparan una "bocata" envuelta en papel aluminio para tu viaje.

Los que más me gustan son esos que te abrazan cinco veces o más porque ya los dejas y te dicen "oye, qué bien nos la hemos pasado" con la sinceridad que sólo encuentras en las palabras de tu madre.

Imagen: el Boulevard de la Alameda en San Sebastián, País Vasco.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Sólo quiero ver si llego

Encontré la excusa perfecta para intentar hacer un sueño realidad: estar en el círculo polar ártico y si tengo suerte, ver la aurora boreal.

Gracias a que me ofrecí a cubrir la participación de dos cineastas guatemaltecos en el Festival de Cine de San Sebastián, aprovecharé para quedarme tres meses recorriendo algunas ciudades antes de llegar a a ese lugar que me parece perfecto cuando cierro los ojos.

Este martes empieza la aventura y sé que en el camino me esperan algunas viejas amistades, de seguro nuevas relaciones y muchas emociones, empezando por las que desde ya me genera la profesión de mi amigo Sergio Ramírez en aquel festival.

A ver si logro lo que me he propuesto... Y si no, al menos traeré historias para contar ;o)