viernes, 17 de diciembre de 2010

El frío en sus diferentes manifestaciones

Durante los meses que estuve fuera de Guatemala pude experimentar el frío como lluvia, aguanieve, hielo, niebla, granizo, nieve y viento. Todas estas manifestaciones de la temperatura bajo cero las sufrí horrorosamente y por eso, padecí cuatro gripes y una ronquera.

En Inglaterra el exceso de lluvia limitó la turisteada, especialmente de actividades al aire libre que se suspendían por mal clima. En Oxford la niebla nos asustó tanto que tuvimos que encerrarnos y disfrutar de la calefacción mientras veíamos los programas con los que se entretienen los ingleses en la televisión.

En La Haya vimos el granizo más fino y pequeño de nuestras vidas, afortunadamente, desde adentro del apartamento de mi amiga. En Amsterdam me sorprendió la nieve por primera vez. En cambio en Rotterdam conocí a ese viento despiadado que raja la cara y hace temblar hasta las vísceras.


En Berlín fue donde realmente examiné un copo de nieve y me di cuenta que son igualitos a los que dibujan en las caricaturas. En Frankfurt sentí caer a los copos más grandes e incluso, vi llover y nevar al mismo tiempo.


La ropa que llevábamos desde Guatemala no nos funcionó muy bien para aminorar el sufrimiento. Por eso, mis ganas de ir al Círculo Polar Ártico se calmaron, pues unos finlandeses que conocí en Amsterdam me contaron que estaban a -24 grados centígrados en su país.

Tal vez me animo a seguir explorando Europa, pero durante la primavera o el verano, así no regreso tan asustada como ahora con ese frío tan extremo.

1 comentario:

Seletenango dijo...

Hay, shay, hay, que rico el frío!