domingo, 2 de enero de 2011

Descubrimientos de fin de año


El primer día de este año, mientras yo desayunaba, mi sobrino más pequeño me acompañaba en la mesa. Vio cómo dibujé en una libretita a un niño comiéndose un pedazo de pizza. Sus ojos se abrieron más de lo que ya están porque hice un círculo lleno de dientes y un triángulo sostenido por una línea vertical.

Durante la Nochebuena, mi otro sobrino aprendió a encender volcancitos y luces de colores. Además, durante la cena tardó varios minutos presumiendo la pierna de pollo más grande que se había comido en su vida (era una de pavo).

Ojalá no perdiéramos nunca esta capacidad de reconocer las cosas nuevas que nos da cada día, porque aunque ya estemos viejos, hay mucho que no conocemos. Lamentablemente los problemas, el trabajo, las cuentas por pagar, la inseguridad, la desconfianza... le van construyendo a uno un filtro que no deja pasar esos lindos y pequeños detalles del mundo hacia el corazón.

A mí me ha sucedido, pero en estas fiestas de fin de año tuve la fortuna de refrescarme con los descubrimientos de mis sobrinos. Yo me maravillo de verlos maravillarse. Y les tomo fotos y les grabo videos, les aplaudo o me río con ellos.

Desde que llegaron a la familia agregué el "wow" a mi vocabulario.

1 comentario:

Marlen dijo...

Qué bonito Wewy! :)