domingo, 28 de junio de 2009

Un beso fue la fuente

Por qué tendría que llorar por ti?

Total, si de cualquier manera viajas en mí, suavemente.

Un beso fue la fuente.

Para bien, para mal, para la eternidad, para irte de mí...



Ely Guerra

jueves, 25 de junio de 2009

La bebebellota

Anoche vi una entrevista que un canal español le hizo a La Bebe. Ahí me enteré que a principios de junio, sacó nuevo disco.

Así que hoy, procedí a hacerle un google para saber qué trae bajo la manga.

Además de toparme con muy pocos videos en el youtube, encontré una bitácora que escribe ella personalmente (así lo aclara). Es su blog. Le escribe a quienes escuchan su música, fanáticos o detractores. Les pide comentarios, les manda besos y les regala canciones de su nueva producción.

Así que, ya tengo en los audífonos a La Bicha, porque cuando me registré en su página, me mandó un link exclusivo para descargar la rola.

Desde que Radiohead me dio la oportunidad de comprar su disco online a 0.00 dólares, me apunto a este tipo de regalos virtuales y les agradezco ese su afán de compartir su trabajo sin cobrarnos.

Buena onda La Bebebellota!

Esta foto la saqué de un pedacito de videoclip que colgó en su página.

lunes, 22 de junio de 2009

No sé cómo se llama esto... sólo sé que por fin lo encontré

Este cielo gris le trae malos recuerdos.

La tienen hipnotizada esas nubes que no se quieren descargar. Lleva días recordando, mutilando historias, imaginando.

Desde la ventana ve la ciudad del mismo color que su corazón -porque los colores también los siente- es un color podrido y envenenado.

No ha querido salir del apartamento desde hace días y casi no se aleja del cristal.

Sólo se mueve para darle un “repeat” a un viejo disco de Portishead.

“Render your heart to me”, grita Beth Gibbons y ella sonríe. Triste.

Ayer fue lo mismo; anteayer igual. El ventanal no le ayuda mucho en invierno.

Inhala el humo de su cigarro mecánicamente y lo empuja hacia el vidrio. En cada bocanada deja un vaho hediondo. Su cuerpo no acepta más que nicotina y le deja el cuerpo débil, la mirada perdida.

Se repugna de sí misma con tanto recuerdo encima, pero sabe que mientras más los atrae, más puede moldearlos. Sueña, quita las piezas que no le gustaron, las que ve demás, las que odia.

Odio.

Lo odia a él. Pero también lo quiere. Quiere. Lo desea. Desea su corazón, su mente, su cuerpo...

Le hace falta él.

Eso que decían los poemas de amor y las canciones cursis era cierto. "Vergonzosamente cierto", decía, y por eso a veces le gustaban las frases cursis.

Abajo, en la calle parece ver su silueta. ¿Será? No… está alucinando. Ha de ser la falta de sueño, piensa.

“Now that we´ve chosen to take all we can…” canta Beth.

No, no obtuvo lo que pudo ni lo que quiso. Lo quiere con ella ahorita.

Tiembla.

Se cae.

Lloriquea.

Sigue temblando, pero no sólo ella. También el apartamento, las lámparas, el piso, la ciudad.

No le importa. Se deja caer. Abraza sus rodillas y llora.

Se caen los libros, los discos, los adornos, los recuerdos.

Un mueble desiste a sus pies. En sus pies.

Se ríe al ritmo de los huesos rotos.

“I can´t hold this day anymore…” canta más fuerte Gibbons.

Levanta la vista hacia el cielo. Sigue gris. Sigue temblando. Sigue desmoronándose, ella, la ciudad, su corazón.

La ventana se quiebra. Su ventana, en pedazos. El cristal, en pedazos.

Pequeños trozos de vidrio. Sus ojos, se nublan.

Sangra.

Ríe, a carcajadas. Le grita, a carcajadas.

“Nobody loves me, it´s true… not like you”, dice a lo lejos Gibbons.

Agosto 2004

viernes, 19 de junio de 2009

Un abrazo para Julio Mendizábal

Desde hace algunas semanas regresó a mí un recuerdo, con mucha fuerza: la vida de Julio Mendizábal, colega y amigo.

A partir del día de su muerte, he creído verlo, caminando por las calles con su mochila al hombro y sus pasos nerviosos. Siempre que me sucede, me sonrío y me lo guardo.

Tengo muy presente la última noche que platicamos; esa en la que llegó a mi apartamento del Edificio El Centro a "revelarme" con mucha alegría que su sueño se estaba convirtiendo en realidad. Estaba muy cerca la fecha de publicación de su novela y eso -entre tantas otras cosas- lo tenía muy ansioso.

¡Cómo resiento el haber extraviado la reseña que leí durante la presentación póstuma de su libro!

También recuerdo una breve charla que tuvimos en la puerta de La Ocupa. Él tenía una cerveza en la mano y se dedicaba a observar a quienes entraban. Ahí también me hizo otras revelaciones (dios mío, ahora que caigo en la cuenta, cada conversación con él me dejaba sorprendida).

Esta semana, soñé con él. Estaba entrando a un café colonial en una especie de Pasaje Aycinena, muy radiante, gracias a la compañía de una persona que me presentó como su pareja. Al verlo sonreír, lo abracé muy fuerte y lo besé en la mejilla. Le dije que me alegraba mucho. Él se sonrió y entró a buscar una mesa...

Todas las imágenes suyas que rondan mi cabeza, me han llevado a preguntarme cuál es el sentido de este bombardeo de sentimientos. ¿Por qué Julio está tan presente, después de tantos años?

He llegado a la conclusión de que, no quiere que lo olvidemos. (Si me equivoco, al menos a mí me sirve este ejercicio de hacer memoria para valorar y agradecerle toda la confianza que me tuvo).

¿Qué recuerdo de Julio se viene a tu mente inmediatamente?

lunes, 15 de junio de 2009

Hoy llueve, truena y relampaguea!


Cada vez que truena el cielo, pega un brinquito mi corazón.

¡A ver si no se cansa de tanta tormenta hoy!

domingo, 14 de junio de 2009

Confesiones del Día Uno

Hoy despertó con una gran sacudida. Temblor, le dicen. Ella pensó en terremoto.

Se levantó de la cama y descalza, se disponía a bajar al primer piso, pero se dio cuenta que el temblor había terminado.

Ese brusco movimiento le recordó que está sola, que no hay nadie pendiente de ella en esos momentos.

Espera ingenuamente alguna llamada, algún mensaje.

Silencio.

Enciende la televisión para disimular la sensación de su corazón acelerado. Regresa a la cama y se queda viendo hacia el techo.

Retoma el pensamiento que la noche anterior la invadía:

“¿Alguna vez dejaré de esperar y esperar y esperarlo?”

Luego se recuerda que hoy tiene un compromiso. Toma una ducha, se pone bonita (porque ese ritual siempre le saca una sonrisa) y sale.

Llega a la casa de sus amigos, contenta de tener por fin una invitación, después de tanto tiempo. Se la pasa feliz por algunas horas. Disfruta ahí, un par de momentos felices.

Cuando el calor le da sueño, se despide y se sube al carro, animada por regresar a su cama. Pero al entrar a su casa, se siente como leona enjaulada. Se desespera. Se entristece.

Da un par de vueltas en la cama y vuelve a fijar su mirada en el techo. Retoma el pensamiento que había tenido durante la mañana:

Quiero un final feliz que me dure para siempre, aunque sepa que eso no existe”.

miércoles, 10 de junio de 2009

Un domingo sobre el mat

El domingo pasado estuve en Pasos y Pedales de la Avenida Las Américas.

He ido ya tres veces, en busca de un grupo de personas que hace yoga al aire libre, pero nunca hemos coincidido.

Siempre voy con mi mat* en la mano y me recorro toda esa arteria, buscándolo, observando cada movimiento sobre el arriate, pero nada...

Ya que mis ojos están tan abiertos, me voy dando cuenta del tipo de personas que frecuenta este espacio: la mayoría son familias jóvenes, con niños pequeños y perros. También me topo con parejas que se ejercitan, ya sea en bicicleta o hacen atletismo. Y no podían faltar, los patojitos que practican sobre su patineta (o en patines), las piruetas de moda.

Unos pocos, se dedican a no hacer nada y a ver cómo pasa la gente. Los comprendo. Es muy entretenido. Jeje.

Pero bueno, esta tercera vez que llegué, sospechando que no los encontraría de nuevo, llevé conmigo uno de los libros que estoy leyendo y me tiré en la grama a leerlo.

Me sentí de maravilla!

Por fin comprendí aquellas postales del Central Park de Nueva York en las que se ven varios grupitos de personas sentadas en la grama del lugar, descansando. También sentí lo que se ve que sienten los actores y actrices de las películas cuando están sentados, platicando muy a gusto sobre la grama de un sitio público.

Uno siente que todos están en la misma sintonía. Que todos buscan un espacio para respirar un poco de aire fresco en total libertad y calma.

Me dieron ganas de repetirlo.

Y creo que así lo haré, a pesar de que ayer me enteré que el grupo de yoga no piensa regresar a Pasos y Pedales por un buen tiempo.



*Trozo de hule sobre el cual se hace yoga. Es muy parecido al que usan las instructoras de aeróbicos en la tele.

martes, 9 de junio de 2009

Today I need a Sunday smile

All I want is the best for our lives my dear,
and you know my wishes are sincere.
Whats to say for the days I cannot bare.


lunes, 8 de junio de 2009

Compañías misteriosas

Hace algunos años, me sucedían a menudo, dos cosas curiosas. Hasta el momento, no he podido encontrarles una explicación.

Compañía misteriosa No. 1: los perros callejeros
Mientras caminaba por las calles de San Pedro La Laguna, de día o de noche, en sobriedad o pasada de tragos, me perseguían uno o dos perros callejeros. Caminaban a mi lado como si me hubieran acompañado toda la vida. Si se distraían por ahí con algún poste o con un arbusto, corrían de regreso a mí.

Yo tenía, más o menos 24 ó 25 años y me sentía muy enamorada, feliz y completa.

A partir de ahí, observé que también me sucedía en la ciudad y algunas veces, lo hacen los perros de mis amigos.

Compañía misteriosa No. 2: las miradas penetrantes de los niños
Si un niño o un bebé se subía a la camioneta y su madre los ubicaba cerca de mí, resultaba clavándome sus ojos. Yo sentía que me estudiaban. Muchas veces, me sentí amenazada y tuve que retirar mi vista porque empezaba a temerles.

A veces me sucedía mientras caminaba detrás de un bebé en brazos de su madre.

Ayer estaba recordando estos episodios e intenté -por onceava vez- encontrarles una explicación, pero sigo sin aterrizarla.

Con el paso del tiempo, ha disminuído esa supuesta fuerza de atracción entre los perros, los niños y yo. Pero si de nuevo me sucede (lo cual ahora es muy esporádico), se me agolpan estos recuerdos y me vuelve a invadir la incógnita.

¿A alguno de ustedes le ha pasado?

viernes, 5 de junio de 2009

El amar y el querer

Casi todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar.
Es que amar y querer no es igual.
Amar es sufrir, querer es gozar.
El que ama pretende seguir,
el que ama su vida la da
y el que quiere pretende vivir y nunca sufrir y nunca sufrir.
El que ama no puede pensar, todo lo da, todo lo da
el que quiere pretende olvidar y nunca llorar y nunca llorar...


José José

jueves, 4 de junio de 2009

Destino de las explicaciones

"En algún lugar, debe haber un basural donde están amontonadas las explicaciones.
Una sola cosa inquieta en este justo panorama: lo que pueda ocurrir el día en que alguien consiga explicar también el basural".
Julio Cortázar

martes, 2 de junio de 2009

Esa cosa que se llama amor

Hoy veía caminar de la mano a una compañera de trabajo cuya nueva relación amorosa no es bien vista por sus amigos, especialmente por los hombres.

Al principio, yo también me preguntaba, qué hacía esta mujer tan linda e inteligente, con un hombre -a primera vista- tan desaliñado y flojo. (Obviamente a él no lo conozco tan bien y emito juicios sin argumentos.)

Sin embargo, hoy los vi tan abrazados, tan compenetrados, tan descargados de todo el trabajo y tan felices, que no pude evitar sonreír y robarles un poquito de esa rica vibra para llevármela a mi hora de almuerzo.

Luego recordé que por algunos años, yo también ocupé el lugar de esta compañera. Muchos se preguntaban a mis espaldas, qué hacía yo con un novio que tuve. Llegaron a compararnos con Frida y Diego.

Pero, como le decía a mi amiga Gabriela: yo amé con el corazón limpio, me llené de ternura, besé y abracé todas las veces que pude, lloré, me decepcioné y reí a carcajadas... me lo disfruté intensamente.

Oh-oh... ya se me antojó un poquitín de esa cosa que se llama amor.

:o)

lunes, 1 de junio de 2009

Pienso y luego actúo

Mientras leía el artículo que publicó Walda Barrios* este domingo "El empoderamiento a través de la construcción de capacidades" (inserto de FLACSO, Diálogo No. 3, Junio de 2009), vinieron a mi mente dos situaciones extremas que viví hace semanas.

En base a eso, tomo varias ideas de su texto y las comparto con ustedes para que las reflexionemos.

Walda habla de cómo la educación le brinda herramientas a las mujeres para reivindicar sus derechos. Se refiere, por supuesto, a la necesidad de llevar esas herramientas a las mujeres indígenas y rurales. A eso le llama "empoderamiento".

En ese marco, menciona cómo desde la firma de los Acuerdos de Paz, muchas de esas mujeres forman parte ya de foros, debates públicos y procesos de formación.

Sin embargo, también reflexiona:

"...ahora hemos caído en el activismo y dejado de lado la reflexión y la lectura analítica".

Menciona a autores como Gramsci y Paulo Freire, quienes recomiendan que el proceso de educar para empoderar, empiece por una toma de consciencia, que siga con un cambio de mentalidad y luego que se comprenda "realista y correctamente" la ubicación de la persona en la naturaleza y en la sociedad.

Todo ello, le da la posibilidad a una mujer, "de analizar críticamente, causas y consecuencias, y establecer comparaciones con otras situaciones y posibilidades, para concluir con la acción eficaz y transformadora. Este proceso constituye la praxis de la libertad; es el desarrollo del pensamiento crítico".

Ella afirma que el empoderamiento se entiende desde dos dimensiones: el poder dentro de la mujer misma (autoestima) y el poder para posicionarse y reivindicar sus derechos.

Y a pesar de que esto lo analiza para explicar la importancia de la educación de la mujer indígena, me parece que también describe el proceso para evitar lo que afirmaba al principio: caer en el activismo sin reflexionar.

Traigo esto a colación, no sólo por las mujeres feministas que he conocido en mi vida (cuyo activismo me ha afectado personalmente y siempre me ha decepcionado), sino por cualquier persona de este país que, en su búsqueda de la justicia, cae en los extremos.

Lo mismo sucede con el periodismo. Hay quienes se dejan llevar por la idea de "transmitir la verdad", de "ejercer la libertad de expresión", pero poco analizan antes de publicar.

Si algo he aprendido yo con este blog, es eso. Tengo la responsabilidad -al menos, así lo siento- de aportar algo en este espacio. Y lo voy asumiendo, poco a poco.

Me gusta que una feminista como ella, haga este tipo de reflexiones dentro de su agrupación. Este texto fue discutido en la Junta Directiva de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas, que ella preside.

Me parece que eso nos hace falta a muchas personas en este país. Especialmente, a las personas que están empoderadas y tienen como misión, empoderar a otras.

Hay que tener mucho cuidado con los impulsos del activismo, más aún, cuando estamos buscando el bien de otros.

Es difícil, pero no imposible.

*Guatemalteca, docente de la USAC, responsable del Programa de Género de FLACSO, presidenta de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas y ex candidata a la Vicepresidencia de la República en el año 2007.