domingo, 10 de abril de 2011

Lo que hacen las bouganvilias

Hace muchos años, ciertas calles de la ciudad me parecían melancólicas los domingos, cuando estaban vacías, silenciosas y sin embargo tan vivas: al pavimento lo sustituía una alfombra de hojas secas y bouganvilias color rosa, púrpura o rojo.

Muy pocas veces me daba el tiempo para caminar por estas cuadras, pues la pinche inseguridad me hizo temerosa.

Sin embargo, en este mes de abril eso ya me importa poco. Ahora me dejo llevar casi hipnotizada por esta visión de postal que me relaja. Y la sensación se hace más placentera cuando veo cómo el viento despoja a los árboles de estas flores que caen tan serenas... Imagino que las ramas lloran mientras sonríen.

Así es como se disfruta la soledad, digo yo. Debe ser una mezcla de melancolía, satisfacción, paz y lágrimas placenteras.

2 comentarios:

Roxana Orantes Córdova dijo...

Esta semana floreció una ceiba en el Cerrito del Carmen...al parecer la ceiba florece cada diez años...es el mes de las flores y me encanta tu narrativa.

Wendy García Ortiz dijo...

Gracias Roxana :o) Estoy empezando a pensar que abril debe traer buenas noticias con tanto botón floreciendo, no?