Alguien abre la boca, saluda "hey, qué tal estás?" y yo respondo mecánicamente "bien".
Suena en mi oído un violín, un chelo, y una guitarra melodiosa. Entonces me pregunto "¿bien?". ¿Eso qué significa? ¿Por qué se conforma con esa respuesta?
Así, empieza todo a desaparecer: el timbre de los teléfonos, la sensación hipnotizante de la luz blanca, las siluetas...
De repente respiro olor a tierra mojada, a brisa. Siento el sol entibiando mi rostro, pero mis manos siguen frías.
Abro los ojos y resulta que sigo en la oficina. Y el violín sigue sonando, también los teléfonos. Regresan las siluetas...
Creo que tanto desvelo y esta música, me hacen divagar.
Ilustración mentisworks.org
1 comentario:
no descontemos la belleza que uno lleva dentro. Saludos.
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