lunes, 21 de junio de 2010

Piratería, ¿una consecuencia de la desigualdad?

En los cines de México suelen proyectarse antes de la película cortos en los que las empresas condenan la piratería de películas: un breve relato muestra a padres que llevan a la casa un video “ilegal” y a un hijo que aprovecha para negarse a estudiar aduciendo que ya consiguió los resultados piratas del examen. En varias salas, cuando aparece la admonición final: “¿Qué le estás enseñando a tus hijos?”, escuché la misma broma de algún adulto: “A ahorrar”.

Tenemos tres miradas sobre la piratería:

a) la de la empresa cinematográfica que la descalifica moralmente equiparando la copia ilegal de la película con la copia de un examen (equivalencia entre la lógica comercial y educativa que sería fácil cuestionar);

b) la de los adultos que ironizan el moralismo del mensaje empresarial con la alusión a una conductavirtuosa –ahorrar-, recurso de mejoramiento económico a largo plazo en épocas de estabilidad financiera;

c) las risas o indiferencia de los jóvenes, que ven indulgentemente las compras piratas como un modo de revertir las desigualdades en el consumo inmediato.

Esta última perspectiva aparece en las prácticas registradas por la Encuesta, donde los consumos formales e informales se complementan: “los jóvenes, dice Rossana Reguillo, han encontrado a través del comercio ‘pirata’ en ropa, música, películas, la manera de inscribirse en este discurso global que condena a quienes están fuera de sus circuitos a la invisibilidad.

Por tanto, lo que la encuesta estaría revelando no es tanto un conjunto de comportamientos ‘transgresores’ o incluso ‘delictivos’, sino una estrategia de los menos favorecidos por el sistema para “conectarse”, palabra que se convierte aceleradamente en sinónimo de sobrevivencia”.

(Extracto de "Las nuevas desigualdades y su futuro" de Néstor García Canclini.)

2 comentarios:

thisisnotabloggerblog3 dijo...

Interesante. En lo personal, esa clase de anuncios contra la piratería de películas me parecen extremadamente ridículos. Las películas piratas son una opción, y no importa lo que hagan las grandes compañías, ya nunca dejará de serlo. La única solución inteligente para las compañías es adaptarse a los tiempos, hacer su producto más atractivo que el producto pirata (eliminar restricciones, drm, regiones, pantallas de advertencia del FBI que no se pueden saltar, y toda esa serie de interminables pasos antes de poder llegar a la película), y ajustar sus precios (estoy seguro que una de las principales razones del surgimiento de la piratería, aparte de la tecnología, fueron los precios tan altos de los productos originales. Tratar a tus clientes como criminales nunca es una buena idea. Esos anuncios y advertencias me hacen pensar en el sistema que usan en lugares como PriceSmart o ClubCo, que al salir le piden a uno la factura y revisan la mercadería que uno lleva. Lo que están haciendo es alejándonos, ellos solitos acaban con su negocio.

Wendy García Ortiz dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con que ya deberían de ver cómo aprovechan este mercado informal en lugar de estar luchando contra él.