No te propongás olvidarme.
Mas bien, obligáte a recordar mi sonrisa.
No pensés siquiera en odiarme.
Mas bien, acariciá los buenos recuerdos.
No te reprendás por lo que hiciste.
Mas bien, tenélo presente para no volverlo a hacer.
Yo, mientras tanto, hago el recuento de mis responsabilidades y te abrazo en la distancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario